Dia 7 Jaisalmer
Salimos de Jodhpur sobre las 9.30, y teníamos como 5 horas de viaje por delante. Paramos a comer algo a mitad del camino. Un buen dal makani y un palak paner con nans y arroz.

Antes de llegar a Jaisalmer encuentras una inmensa instalación militar, la valla que la limita parece no acabar nunca. La ciudad está muy cerca de la frontera con Pakistán, hay varias y enormes instalciones de este tipo en la zona.

Esta ciudad fue fundada en el siglo XII, y llego a ser muy próspera hasta el siglo XVI por su posición estratégica en la ruta entre India y Asia Central. Expandió mucho su territorio a mitad del siglo XVII. Con la llegada de los británicos y el aumento del comercio marítimo y por ferrocarril, la importancia de Jaisalmer declinó. Finalmente con la partición de Pakistan en 1947, y el cierre de rutas comerciales con ese pais, el declive fue total. Las guerras entre estos dos paises en el 65 y 71, hicieron que Jaisalmer volviera a ganar importancia estratégica. Infraestructuras para aportar agua a la zona, instalaciones eólicas, militares y el turismo han hecho que la ciudad se revitalice.

La primera impresión de Jaisalmer fue terrible. Nada nos pareció atractivo al llegar. Las calles de tierra tapizadas de suciedad, mayormente restos de plásticos, fuegos artificiales y petardos del día anterior (Diwali). Calles totalmente vacías, nada abierto. Parecía una ciudad habitada solo por vacas. Imagino que de haber llegado otro día, la impresión habría sido diferente. La resaca de la noche de Diwali.

El camino que cogimos para llegar al hotel no era muy accesible en coche, el último tramo lo hicimos andando (solo unos 200 m, pero cargando con el equipaje). La diferencia de tempertura se notaba, hacía bastasnte mas calor que en Jodhpur. El hotel, nada que ver con las fotos en TripAdvisor, no nos causó muy buena impresión al llegar. Colindante a uno de sus laterales había un centro de recogida y selección de residuos. Mystic Jaisalmer hotel.
Los alrededores del hotel eran un poco terribles, suciedad, parecía peor que lo que habíamos visto en jodhpur o Mandawa. Difícil explicar, pero no tuvimos un buen feeling con esta ciudad, no nos enganchó nada, a pesar de que arquitectónicamente, como indico mas abajo, es una auténtica joya.

El personal del hotel era muy amable. Nos cambiaron la habitacion inicial (daba al solar de recogida de residuos) por una en la planta alta, e incluso nos dieron otra mucho mejor al dia siguiente , sin abonar ningún extra. Esa tarde, rato de descanso y a pasear la ciudad.

Fuimos al Gadisar Lake, un lago artificial construido por el Raja Rawal Jaisal, primer gobernante de Jaisalmer . Rodeado de templos y gahts, y con bonitas esructuras /templetes en su interior. Habia muchas familias paseando, en las barcas en el lago y sentadas en la orilla.
El lago reflejaba una luz preciosa al atardecer. Recorrimos una de sus orillas. Cerca de allí nos topamos con nuestro primer jabalí / cerdo de Rajastán. Enorme!

De allí nos fuimos a pasear por la ciudad. Arquitectónicamente la ciudad es espectacular, una auténtica joya. No sabes dónde mirar ni que fotografiar. Los colores de las piedra de los edificios, de tonalidades ocres, doradas, anaranjadas. La talla es tan minuciosa que parece como si fuera encaje, o madera, más que piedra. Las fachadas son de proporciones armoniosas, bellísimas. Muchos edificios antiguos aún se mantienen en pie, y en muy buen estado. Aparentemente aun queda mucho habitado y en uso. Espectaculares.

Fuimos a cenar a la terraza del hotel Pleasant haveli. El sitio nos gustó mucho, unas vistas espectaculares del castillo, la comida rica, no alucinante, pero buena. El hotel, muchísimo mas agradable que Mystic Jaisalmer, y mejores precios (lo preguntamos alli).
Dia 8. Jaisalmer

Dormí muy mal esa noche, asi que muy temprano me fui a la terraza del hotel. A las 6 y pico de la mañana había una luz preciosa sobre la fortaleza. El espacio de la terraza era un poco desastre. Todo un poco sucio y desorganizado. Destartalada. En cualquier caso: no parecía estar en uso para los clientes en esos dias

El desayuno estuvo muy bien. Buenas vistas. Zona muy kitsch, con pinturas de bailarines del desierto. El manager del hotel encantador (y guapisísimo), se acercó un par de veces a charlar con nosotros.

La ciudad seguía en estado post Diwali, con muy poca actividad. Subimos hasta la fortaleza. Sorpresa total al ver la cantidad de turistas locales. Hordas. No podía imaginar que iba a estar así. Encontrariamos lo mismo en Udaipur.
Un buen paseo por las callecitas de dentro de la fortaleza. Preciosa, bien conservada. Pero la cantidad de visitantes te impedía disfrutar de aquello. La semana siguiente a diwali hay varios dias de fiesta en Gujarat. En ese estado está prohibida la venta de alcohol. Muchísima gente viaja fuera, en parte por eso, segun nos dijeron. La mayoría de turistas era de allí.

Entré en los templos jainistas (increibles e intrincadas estructuras en marmol blanco, de los siglos XV y XVI) y en el palacio. Una pasada los 2. Pero difícil disfrutarlos, sobre todo el palacio. Era difícil caminar dentro por la cantidad de gente. Me cogí un audio guía. Estuve como hora y media dentro del palacio, luchando con los otros visitantes por ver su interior.
Al parecer los cimientos del fuerte no estan en un estado óptimo. Jaisalmer se encuentra en medio del desierto. En el pasado el agua era un recurso muy preciado, y ésta se reutilizaba en un elevado porcentaje. La que no se usaba en consumo directo, pimero se destinaba a lavado y preparacion de alimentos, despues para aseo personal y finalmente para limpieza. En la actualidad, con el alto numero de visitantes, la cantidad de establecimientos hoteleros y de restauración y el mal estado de las conducciones, el agua de infiltra hasta la base de estas estructuras, cuya piedra no resiste facilmente las condiciones de humedad. A simple vista puede verse la diferente tonalidad de la piedra en la base de las murallas.

Tras salir de la fortaleza fuimos a comer algo a un sitio muy trendy, muy bien rehabilitado, 1st Gate Home-Fusion. Decoracion y terminaciones del edificio con mucho gusto. Alli probé mi primer curry vegetariano del Tar desert, Ker Sangri. Uma delicia, muy suculento, textura y sabores diferentes a otros curris. Se hace con una con una especie de lentejas y otros ingredientes que crecen en el desierto. Me hice adicta, lo pedi cada vez que pude despues. Pero ninguno estuvo tan bueno como este.

Hacia muchisimo calor, fuimos a descansar un rato hasta que el sol dejara de pegar tan fuerte. Ya al atardecer iniciamos otra caminata por la ciudad. Contemplamos por fuera el Patwa- ki haveli, edificio del siglo XIX. Espectacular. Formas, combinaciones, texturas, estructuras imposibles. Impresionante. Un gusto exquisito detrás de estos edificios. Bañado por la luz de la tarde, todo un espectáculo.

Mas tarde cogimos un tuk tuk para ir a cenar a un sitio cercano al de la noche anterior, The Lal Garh. Estéticamente menos atractivo, pero mejor comida. Agradable paseo de vuelta andando al hotel.
Suficiente con 2 dias en esta ciudad. Al dia siguientes partiamos hacia Ranakpur